Un punto de encuentro entre montañas y un desierto ardiente, una ciudad legendaria que crece a la misma velocidad que su gente, con calles bulliciosas que albergan música, cultura y misticismo.
Una frontera donde las sonrisas se contagian y la alegría se siente en cada reunión de amigos y familiares. Siempre acogedora y generosa.
El Mercado Juaritoz celebra las tradiciones, en una de las avenidas más históricas de la ciudad. Un escenario de colores y sonidos, donde en una mezcla de culturas, la alegría y la fiesta están en el aire.